Este día prometía ser movidito, y no decepcionó.
Cuando llegamos a Flam ( que se pronuncia más bien Flom), teníamos, para variar, un sol radiante, y calor, claro está.
Estabamos atracados en el muelle, así que el desembarco sería rápido.
Había otro crucero desembarcando con lanchas, y según he escuchado,
igual te puede tocar el día con lanchas que en puerto, cuestión de
suerte, o de quien pagó 1º las tasas.
En nuestro caso teníamos reservada la excursión del Tren a las 12:20, y
el crucerito por el Nærøyfjord a las 15:40. Todas ya pagadas. Teníamos
amigos que no las tenían todas, y bajando temprano del barco y directos a
la oficina de turismo, las compraron directamente y ajustando mejor los
horarios. Si se va en mayo, tengo la impresión de que perfectamente se
pueden contratar allí todo, e incluso te da la oportunidad de hacer una
parte de la ruta del Tren a pie. Las hagas con la agencia externa, o las
hagas por libre, el precio no cambia mucho. Con Pullmantur creo que si
son más caras.
En nuestro caso, y con todo ya reservado y pagado, bajamos sobre las 10
después de desayunar tranquilamente. El barco estaba atracado desde las
9:00, así que colas para bajar, ninguna.
Aprovechamos para dar un paseo por Flam. Ya desde el barco se aprecia
perfectamente donde están la oficina de turismo y el tren. La parte que
se visita a simple vista es más bien la estación de Flam, si se sigue el
camino del tren a pie, que la principio discurre por un valle, se ve
como no acaban las casas.
En la parte llana del Puerto + Estación de Tren, están situadas unas 4
tiendas gigantes de souvenirs, un supermercado, una casa
vikinga-cervecería restaurante, algunas otras cafeterías, al fondo ya un
Hotel, y un museo de la ciudad y del ferrocarril, con tienda de
souvenir a la entrada.
Voy a relatar lo que nosotros hicimos. Entramos en el supermercado, y al
final no compramos nada. Vimos en famoso queso marrón (dices brown
cheese y todo noruego te entiende), pero necesitaba refrigeración, y yo
viajo en camarote interior ... Después entramos en las tiendas de
souvenirs ... pero noruega es muy cara y ya me compré el imán de la
nevera en Gerianger .... y dimos vueltas para hacer tiempo. De pura
casualidad, y con mi marido desesperado, llegamos a lo que yo pensaba
que era otra tienda de souvenirs, pero era un museo, y la visita ya se
puso algo más interesante.
El museo no cuesta nada, tiene un bote para donaciones, y un libro de
firmas. Se ve como era la vida en noruega cuando eran pobres, las
escuelas, el ferrocarril, los médicos, etc.
Interesante, sobre todo para los amantes de los trenes, ya que podrán ver de muy cerca maquinas antiguas.
Una vez fuera del museo, seguimos andando subiendo algo más por el
valle, cerca de la vía del tren, pero ya iba dando la hora de la
excursión, y nos fuimos para la cola. Aprovechamos para usar los
servicios de la estación de tren, que eran gratis, y consulté los
horarios de tren y crucerito. De estos horarios, y por comentarios, y
haciendo un inciso, recomiendo para otros cruceristas que no las lleven reservadas.
1º. Bajar al barco de inmediato e ir a la oficina de turismo.
2º Reservar 1º el crucerito. Al parecer tiene menos horarios. Mientras
estás en una taquilla puedes ver en la otra punta de la Oficina de
Turismo los horarios de Tren, en cuales quedan plazas, etc. El crucerito
incluye el bus de vuelta a Flam, asi que te llevan por el fiordo, y te
traen de vuelta por túneles.
3º Reservar el Tren, con idea de que a la vuelta del tren te queden dos
horas o más en Flam, lo digo, pq así puedes aprovechar para hacer algún
tramo del tren a píe (hay varias estaciones, te bajas en una y andas a
la otra, pero preguntar que no haya túneles y no podías pasar), o esas
dos horas las puedes dedicar a las compras, pero con la tranquilidad de
que ya lo tienes todo hecho.
Ya de vuelta a mi experiencia de ese día:
Acceso al Tren sin problemas y sin prácticamente control
, un tren muy "mono". Y aunque digan que no, es mejor sentarse a la
derecha. Íbamos en el vagón 8, y como eramos varios, unos a la izquierda
y otros a la derecha, los de la izquierda, con carita de pena pedimos
el lado derecho para la vuelta, así que he visto el recorrido desde lo
dos lados. Los dos lados son bonitos y dignos de ver, y lo mejor es
poder ver los dos, pero si tienes que elegir, elige el derecho. Respecto
al vagón, el 6, 7, 8 y creo 9, en la parada de la famosa, la cascada,
te deja justo en el centro sin tener que andar por el túnel.
El viaje es muy bonito, como todo lo que se ve en Noruega, pero a mucha
gente le parece caro. Hay que tener en cuenta que allí una botella de
agua son 4€ y una cerveza 10€ o 13€. Por tanto, es un tren de transporte
público, y vale creo 47€ por persona, para un trayecto corto, pero
merece la pena.
Si tuviera que elegir en esa escala entre el Tren y el crucerito, me quedaba con el Tren.
Fiordos vas a ver, o llevas vistos varios. Pero seguramente no te vas a
adentrar en el interior de Noruega, con ríos, valles, cascadas
interiores, lagos helados (y ese solo se veía bien por la ventanilla
izquierda).
Durante el trayecto del Tren se hacen varias paradas para apreciar el
paisaje y sacar fotos, en algunas de ellas te dejan bajar o subir. La
estación final es Myrdal. En esa estación, las mejores vistas están
desde el Tren, y con el tiempo disponible es poco recomendable bajar,
salvo que tengas mucho tiempo, no te importe perder ese tren y quieras
andar y coger el siguiente. En Myrdal había mucha nieve, y en Flam nada.
Como hemos ido en pleno deshielo, la verdad es que los cambios eran
espectaculares.
De vuelta, otra vez hace las mismas paradas, así que si no sacaste una
buena foto de la cascada, aprovecha, pq ahora se baja mucha menos gente.
Y en nada, y disfrutando de los paisajes, llegamos de nuevo a Flam.
Como había poco tiempo, nos fuimos corriendo a almorzar algo. Y comimos
como pavos para nada. Eso de que los Noruegos son puntuales no lo tengo
yo muy claro, o son los noruegos o es S2S.
Nos dejaron cerca de 1 hora esperando los buses que nos llevaban a
GUDVANGEN, que se conoce como el poblado vikingo, para empezar el
crucerito que nos devolvía a Flam (se puede hacer en las dos
direcciones, 1º bus y después barco, o 1º barco y después bus)
Finalmente, en vez de los buses, llego el barquito. Todos corrimos a
subir, y buscar asiento. El barco tiene capacidad para que se viaje
dentro con ventanales, calentitos (supongo, es que a nosotros nos hizo
mucho calor), y tenia venta de bebidas.
Después en exterior te puedes sentar arriba o en la Popa. Un grupito de
amigos cogimos sitio en Popa, pero sobre todo a una de las compañeras le
hacía ilusión ver las vistas desde la Proa. Gracias a ella todos
disfrutamos de unas impresionantes vistas, incluso mejores que las de
arriba.
En la proa de estos barcos no hay asientos, y si hay un día de mar
movidita, puedes acabar con los zapatos chorreando, pero hacía un día
excelente, y una vez empezado en viaje, nos colamos en la proa, y claro,
las vistas no son comparables. Nos cruzamos con otros barcos, y en los
asientos de arriba tienes vistas laterales, pq en la Proa alta va el
capitán. Nosotros desde la Proa baja íbamos abriendo el Fiordo,
apreciándolo desde casi ras de agua. Nos metimos allí con la idea de que
nos iban a echar en cualquier momento, pero nada, allí hicimos casi
todo el viaje.
El Nærøyfjord es un fiordo muy estrecho y con algunas zonas de poca
profundidad, que puedes apreciar por las boyas de señalización. Está
plagado de cascadas, incluso con arco iris, y pueblecitos y granjas con
pequeños puertos. El final del crucero te deja en un pueblo vikingo que
estaba todavía cerrado, y en nada, con bus y por túneles, te dejan en
Falm.
En nuestro caso, perdimos una hora por la espera, pero estábamos decididos a pagar impuestos por una cerveza, 100% noruega.
La famosa casa vikinga, fabrica su propia cerveza, hasta 9 tipos. Y
cuesta pues al cambio de mi visa ... 12,25€ de 0,5 litros. Nos pedimos
una para dos (que salía más barato que pedir dos de 0,3, que cara es
Noruega) y nos la bebimos la mar de a gusto. El bar por dentro es muy
interesante de ver, y hay que subir a ver el restaurante, donde dan unas
comidas de degustación de sus cervezas, con vasos pequeños para los 9
tipos, que no sé por cuanto sale, pero que tenía muy buena pinta. La
entrada era libre, pero para quedarte había que consumir, como el
lógico.
Bien hidratados, nos subimos al barco, esa noche tenemos noche del terror.
Como nos retrasamos algo en llegar al espectáculo, y mi marido fue a por las bebidas, me tocaron todos los sustos a mi, , en la entrada habían hecho un túnel del terror. Después el espectáculo era algo tétrico, pero en la linea habitual.
Cena y copas como todas las noches, y a dormir, mañana a Bergen.
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